
Pues bien, resulta que al pequeño P en el colegio le encargaron presentar, junto con otros 3 compañeros una "conferencia" sobre los Aztecas. Cada uno debía escoger un tema y exponerlo ante el resto (de los trogloditas). Como soy una madre a la antigüita que piensa que el mundo ya existía antes de Wikipedia, nos dimos a la tarea de buscar material interesante en libros de historia, enciclopedias y revistas de arqueología, que es una de mis pasiones. Pues bien, encontramos una joya, el Códice Mendoza, documento preparado en la primera mitad del siglo XVI por anónimos artistas aztecas y llamado así en honor al 1er Virrey de la Nueva España, quien lo solicitó. El Códice habla, entre otras cosas, de la sociedad, de la educación y los castigos impuestos a los niños. Aquí fue donde mi unigénito se interesó. Castigos del tipo espartano, como buena sociedad guerrera que era la azteca: a los niños desobedientes, a los 9 años, les pinchaban con espinas de maguey. A los 11 años les hacían aspirar el humo del chile y a los 12, los desnudaban, los ataban de pies y manos y los dejaban así un día entero. ¡Esos sí eran castigos! No como los de ahora tipo "Esta semana no hay derecho a televisión" o "A dormir temprano y sin postre", etc. etc. ¿Qué madre no ha tenido en ocasiones instintos asesinos cuando su vástago decide seguir despierto a la medianoche en noches ya agendadas como noches para la pareja? ¿o cuando decide que los guantes de cashmere carísimo no son "cool" y mejor hay que cortarles los dedos para que se vean como los de Harry Potter jugando Quidditch? Grrr. Esos aztecas sí que sabían de educación y no se andaban conque los derechos de los niños y que mejor explícales y no les pongas una mano encima y blá blá blá.
Por cierto, la conferencia fue un éxito rotundo. Claro, el único cuestionado fue el pequeño P, con preguntas del tipo: ¿Y en "aquellas" partes también les pinchaban con espinas?" o "¿No podían negociar los castigos?" o "¿Qué pasaba si se escapaban para evitar el castigo", etc. etc. Aclaremos que la clase de mi pequeño se compone de 19 varones (machines) y 3 niñas. De ahí el tipo de preguntas.
Colofón: Cuenta la nana de P, que proviene de un pueblo del Estado de México que en su infancia tanto su padre como su maestro de escuela le aplicaba el castigo de las espinas de maguey!!!!! Sí, ataban esas espinas a un palo de escoba y con eso el maestro los pinchaba desde su escritorio cuando estaban hablando en clase o el padre lo hacía cuando llegaban a casa con una mala calificación o un reporte. ¿¿¿¿¿Qué tal??? 500 años después seguimos iguales. Bueno, en los castigos. Si siguiéramos igual de conquistadores que los aztecas ya no existiría Bush ni habría crisis y los billetes serían barras de cacao. Lástima.
Por cierto, el original del Códice Mendoza está bien resguardadito en lo oscurito de la Universidad de Oxford... ¡me lleva! A ver, otro valiente mexicano que se lo regrese a México, por favor!!!!!!