La crisis financiera me ha obligado a cancelar la semana que tenía reservada en nuestro tiempo compartido en Orlando. Y es que bueno, esas idas a Disney no son más que sacadera de dinero, entre entradas, antojitos, gorras y demás chunches, se nos iba una lana. Es cierto que llegar a un depa con lavadora y secadora, además de cocina completísima te ahorra un montón de dinero, pero de todos modos la lana que te gastas en Disney es una lana. Y bueno, la verdad la verdad, después de 5 semanas en los últimos 3 años como que ya chole. Está bien que el pequeño P esté consentido pero otra vez Orlando ya es mucho.
Así que ahora entra el asunto de las vacaciones. ¿A dónde vamos que no implique gran gasto, que sea del gusto de toda la familia y que no pase de una semana? ¿playas mexicanas? Mi favorita es la parte sur de Puerto Vallarta, creo que le llaman Costa Alegre. No en balde hace algunos años pasamos unas vacaciones deliciosas en Yelapa, que está medio sin descubrir todavía. Y qué decir del mismísimo Puerto Vallarta con sus restaurantes y de Punta Mita con su lujo. El año pasado, cuando la crisis ya estaba anunciada pero no asimilada, viajamos a Los Cabos y a Cancún. Lindos ambos, con paisajes de postal. Pero demasiaaaaaaado turísticos. Llenos de extranjeros, llenos de vendedores, llenos de gente "amable" queriendo sacarte dinero. Y bueno, este año esos destinos son prohibitivos. Sobre todo porque un boleto de avión a Cancún en temporada alta cuesta más que uno a NY. Y pensando en las hordas de gente con chamacos desobedientes que inundan las playas mexicanas me da flojera otra vez.
¿Qué haré? ¿usaré mis puntos en aviones y hoteles para, como en otros años ir a destinos poco visitados por los mexicanos en vacaciones? Quisiera conocer Costa Rica. Quisiera regresar a Boston y su hermosísisisisismo Museo de Bellas Artes, con esa colección egipcia y esas patas de cangrejo. Quisiera ir a NY. Estuve ahí por última vez la semana anterior a la caída de las torres y bueno, sé que ha cambiado mucho. Quisiera ir a Perú y respirar la magia de Macchu Picchu. Quisiera conocer Seattle, las oficinas de Microsoft y el lugar donde fabrican los aviones. Quisiera tener dinero y pretextos para ir a Noruega y ver las auroras boreales. Quisiera volver a Egipto. Hace 6 años que no voy a Egipto y no es justo.
Pero no. Sólo puedo ir donde mis millas de American Airlines y mis rewards de Marriott me lo permitan. Creo que iré a Chicago.