jueves, 21 de febrero de 2008

Oh Moon, where are Thou?


Foto de El Universal

Había una vez, hace muchos muchos años, en un país muy cercano, una niña que soñaba con el cielo, los planetas y las estrellas. Esa niña ahorraba para poder comprarse libros con hermosas fotos de las galaxias y su favorito era uno llamado “La naranja azul”. Un día, esa niña que había sacado muy buenas calificaciones y se portaba muy bien y se comía la ensalada de coliflor que su mamá le servía, recibió una gran caja de madera por correo. Corrió a pedir ayuda a su papá para abrir la caja. La emoción era grande, igual que la caja. Presas de un martillo y desarmadores, por fin la abrieron, y después de hurgar entre el aserrín, encontraron ¡un microscopio! Hasta ahí mis ilusiones infantiles de convertirme en astrónoma. Desde entonces odio la coliflor y no me interesa nada que tenga que ver con el mundo microscópico.
Años después, cuando ya sabía manejar, usaba tacones altísimos y tenía que decidir mi futuro universitario, me volvió a tentar la astronomía, sólo que esta vez me interesé más por una de sus variantes: la Astrofísica. Muchas fiestas después decidí que mejor le quitaba lo astro y me quedaba con la física, total, nunca me imaginé viviendo allá en el monte, cortando leña y persiguiendo pollos en el día, y viviendo en un cuarto oscuro, en eterna posición de tortícolis, de noche. Fin de la historia.
Ahora viene la historia de ayer: ¡mugre luna! Resulta que al pequeño P le hemos comprado un telescopio, no muy potente pero suficiente para que pueda acercarse a las estrellas y no a las ventanas de las vecinas. Anoche pues, lo sacamos. Gran congregación de vecinos haciendo fila para ver el eclipse. Veinte minutos después, a unos vecinos que son recién casados, les dio frío y entraron a su depa a calentarse, otro de los niños se aburrió y mejor se fue a ver Jetix, llegó una vecina paseando a su perro y al rato se fue sin el perro, el cual se dedicó a sobarse entre nuestras piernas. Otra pareja ni sabía que había eclipse y mejor se fue a su clase de spinning. Otros decidieron que el eclipse ahí con los tacos de El Compa se veía mejor. Finalmente, el pequeño P decidió que a lo mejor por TV UNAM se vería mejor. Durante todo ese tiempo yo estaba convencida de que esa enorme pelota en el cielo era facilísima de enfocar, y ¿¡cuál!?, ¡nunca pude enfocarla! Vuelta pa’ cá, vuelta pa’ llá, cambio de ocular, que el tripié ya se movió, que si ya le dio el aire, ¡nada! Terminé viéndola a ojo pelón y convencida de que había hecho bien al no elegir esa carrera. Ya me veo reprobada el primer semestre en el primer parcial por no poder enfocar la luna. Me rindo. Mejor compro libros de fotos.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Baboseando





What Beer Are You?

You are Heineken. You like to live a little more richly than others. While you enjoy the fine things in life, you take pains not to be pretentious, and you are popular with all different types of friends.
Find Your Character @ BrainFall.com


Chale, yo siempre pensé que pertenecía al lado oscuro. Nimodo.

Siempre lo supe



What City Should You Live In?

You should live in Paris. The city of lights will appeal to your appreciation of beauty and romance. You are a lover and a poet by nature, and Paris' sensitive charms will be a perfect match for yours.
Find Your Character @ BrainFall.com

domingo, 3 de febrero de 2008

La perfección no existe



Estamos en el medio tiempo del Super Tazón. Yo, en lugar de aprovechar para lavar los platos de la opípara comilona que nos acabamos de echar, aquí estoy "bloggueando". Y es que los Gigantes están a punto de hacerme rica. Durante la semana busqué inocentes a quien embaucar y apostar a favor de ellos, pero cuando decían que sí le entraban a favor de los Pats, resultaba que mi agandalle de darme 12 puntos de ventaja, como dicen las estadísticas, me sacaba del campo... Chin. Llegó el mero día y yo sin apuesta. Así que rauda y veloz, temprano en la mañana, antes de ir a mi 2a clase de TKD (que luego reseñaré) me apunté a bwin.com y decidí meterles 200 pesotes a mis Gigantes. Nada. Resulta que el méndigo portal no es para nada moderno, y te obliga a ir a depositar a la sucursal de Bancomer o bien te admite un cargo a tu tarjeta ¡de Banco Azteca! Chale. ¿Pues qué, me habrán visto cara de que compro en Elektra o de que uso brassiere negro con blusa blanca o qué? ¡Elektra! Sólo éso me faltaba: un naco interponiéndose entre mí y la riqueza... chale. Pero bueno, para éso está mi hermanita la jugadora, que tiene su asiento reservado en el Caliente, así que a ella, que no le gusta ni tiene idea de lo que es el Futbol Americano, le pedí que, cuando fuera a su partida diaria de Bingo (¡Bingo! háganme el favor... jugar a una tabla como de lotería con numeritos... qué horror) me apoyara con uno de Sor Juana y luego, con el resultado de mis ganancias, yo le pagaría y con comisión. Espero que lo haya hecho, y no que esté con su tablita y se le haya olvidado la apuesta porque mi suerte está echada. Sí señores, hoy seré rica. No espero menos de 2 mil pesos, con los cuales me compraré la memoria que tanta falta le hace a mi Mac más un Mighty Mouse y uno que otro disco de musiquita fresa. Por cierto, nadie vaya a pensar que soy una advenediza en esto de los Super Tazones. Como entrenamiento tuve un padre antigringo que era fanático del futbol americano y del beisbol, y que se chutaba y nos hacía chutarnos cuanto tazón de las rosas, de la naranja, de mugrero y medio, además de los profesionales. Hasta cuadrículas hacíamos, porque era el "trabajo en equipo perfecto". Por supuesto, mi madre se zurraba porque era día completo de tele, todos en pijama, comiendo fritos y pegados a la tele... Así que no me digan que no sé de estrategia, porque para éso tengo muuuuuuuuuchos años de experiencia... ¡con decirles que viví la época de los Steelers de Pittsburgh cuando Bradshaw todavía tenía pelo! Soy toda una decana. Y los Giants ganarán. Y yo seré una rica de 2 mil pesos.