Ha terminado el 2011: un año caótico, lleno de cambios, dudas y desaliento para mí. Me sentí engañada, usada y a la deriva. 2012 es ahora una oportunidad de replantearse metas y lo más importante: el trabajo a realizar para llegar a esas metas. Estoy contenta. Estoy más tranquila. Creo que será un buen año. Lo espero.
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1 comentarios:
¡Esperemos!
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