domingo, 10 de agosto de 2008
Diablos, estoy ebria
Serrat, un Champagne Esteerlin, la lectura de Monsivaís, un salmón a la mantequilla, mis sobrinas francesas, los Juegos Olímpicos, el valle de Méxio nublado...ç
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6 comentarios:
Ya me parecía a mi que ese compañero que estaba preparando un pescado al horno no sería tan santo!!! Espero que la borrachera sea pasajera y la sonrisa permanente.
Que envidia!!
Y envidia de la mala!!!
no es demasiado para un solo cuerpo?
te deseo una gran resaca de felicidad.
en estos días la universidad de Monterrey, México, presenta un libro que ilustré profusamente: Dulce como un pepinillo y limpio como un cerdito, con poemas de Carson McCullers...
Dice mi papá: ¡Qué mal que viven los pobres! :)
Qué pena, me disponía a borrar esta entrada pero al ver sus comentarios me arrepentí.
Ya estoy con la resaca, o cruda como decimos en México, qué horror. Nimodo, eso me pasa por mis excesos.
Gracias a todos.
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