miércoles, 26 de septiembre de 2007

Slim Dreams


Pues nada, que en mi otro blog acabo de "postear" sobre los sueños, no sé qué tanto rollo con que los puedes hacer reales y ¡cuál! que precisamente hoy me desperté soñando con Slim. Sí, nada más y nada menos que el gordito Slim, el hombre más rico del mundo. ¿Qué hace en mi mente el señor Slim? Igual y fue porque ayer estuve leyendo una revista de moda y descubrí que Sears tiene jeans R&R, 7 y otras marcas super padres (creo que yo no me paro por un Sears desde que mi mamá me llevaba a comprar los tenis para la escuela). O a lo mejor porque la semana pasada, hojeando el periódico, vi que había tenido una reunión con el espurio y que los dos se pusieron a platicar de los pobres (mira tú, qué bien, el hombre más rico del mundo y el presidente del país donde este hombre hizo su fortuna y que tiene 50 millones de pobres, hablando de lo mal que lo pasan éstos...!). O tal vez porque anoche me hablaron para invitarme a un desayuno sólo-para-mamás en el Club Libanés. ¡Ya sé! Fue porque ayer se murió mi teléfono, en consecuencia mi Internet-de-$%&/-prodigy-que-me-tiene-hasta-la-madre-porque-no-conecta-inalambricamente-mi-Mac y me acordé de la mamá del señor Slim-Telmex!!! Seguro fue por éso. Aunque en mi sueño, el gordito millonario se veía más joven y delgado (snif, yo también siempre me veo más joven y delgada en mis sueños). Andaba en camisa de cuadros de manga corta (como vaquero urbano) y visitaba nuestra fábrica. Camine y camine entre las máquinas y haciendo montones de preguntas tipo auditoría-iso-9000. Total que al final, yo tenía una hermanita (Ja! hermanita! sí, tengo una hermana menor que ya dobleteó los 15 y que tiene un carácter como el del rothweiller de Gael en amores perros...!) que iba a la caja fuerte y sacaba una cajita de madera con colores finísimos y un cojín así muy mono (¿será por los que vi en el rancho de doña martita?) y se los entregaba, para lo cual el señor Slim se iba a una tiendita a comprar un diablito y me enseñaba la nota (que tenía copias al carbón amarilla y azul) presumiéndome que había sido una ganga y haciendóme sentir que necesitaba más regalos... Total, que yo como loca cargando la pila de la cámara para poder tomarme la foto con el señor Slim ¡para ponerla en mi blog!

Yo creo que las 5 enchiladas de guajillo y el vaso de agua de limón me hicieron daño (sufro, 69 y crescendo...!)

4 comentarios:

Ricardo Arce dijo...

Espere dos horas antes de dormir y después de cenar, así evitará sueños tan enteramente gachos.

Mandarina Acida dijo...

JAJAJA sueños bizarros... yo ni le cuento... los mios estan tan revueltos como los huevos de la mañana!!

Miss Neumann dijo...

pues yo si me casaría con el! como que si le haría el favorcito!

odette farrell dijo...

Guau! eso es un sueño???
Perdona pero que esté ahí Slim es la antitesis de sueño :))))
Sé que no te gusta Brad Pitt, pero de cuando en cuando se me aparece en sueños :)))))))))))